ATAP, la Asociación de Transportistas Autónomos del Puerto de Bilbao, fundada en abril de 2013 “con el objetivo de defender los intereses de los transportistas autónomos en el puerto como actividad portuaria, lograr la paz social en el entorno del puerto, y crear un sector fuerte y competitivo”, ha cesado su actividad y se ha disuelto como organización sindical al agotar sin éxito la vía judicial en su intento de eludir la multa de 800.000 euros que le había impuesto la Autoridad Vasca de la Competencia (AVC) por unos hechos ocurridos en el verano de 2014 y que la AVC entiende como una infracción tipificada por el artículo 1.1 de la Ley de Defensa de la Competencia.