"La sensibilización ante la urgencia del cambio climático de las navieras, puertos y terminales es cada vez mayor en el transporte marítimo internacional. De hecho, las retiradas temporales de buques en navegación para adaptarlos a las normativas de la Organización Marítima Internacional (OMI) que entrarán en vigor en 2020 y que exigen ejecutar diversas modificaciones en sus motorizaciones, filtros, etc., para evitar la emisión de gases ya comienzan a generar efectos detectables en el mercado marítimo y en el coste de los fletes, según las primeras apreciaciones del Valencia Containeraised Freight Index (VCFI) del mes pasado".
