La propagación del brote del coronavirus a casi todos los países del mundo va a suponer un alto impacto sobre la economía mundial. Mientras China pone en marcha su industria y sus puertos comienzan de nuevo a cargar mercancías, Europa y Estados Unidos están en plena escalada y los casos empiezan a aparecer en África y, sobre todo, en Latinoamérica.

Las terminales de contenedores del puerto de Valencia comienzan a mover ficha para poder atender el aumento de tráfico de importación que se prevé para las próximas fechas. La búsqueda de nuevos espacios y la constante comunicación con sus clientes se están antojando vitales para hacer frente a esta situación.