Como si el lobo del cuento de Los Tres Cerditos soplase y soplase por las noches, las primeras paredes de la futura casa de Teo Herrero, en Fáfilas (en el municipio de Villabraz, al sur de León), se caían por las noches y debía volverlas a levantar por la mañana. Fue la parte más difícil de su casa de paja, después, una vez colocado el tejado, lo que muchos calificaban de 'locura' comenzó a convertirse en una vivienda de verdad, con tres habitaciones, salón-cocina, baño y un gran porche. Cuando esté terminada, habrá empleado 500 pacas pequeñas y 30 paquetones grandes de más de 400 kilos de peso, que le ha regalado el alcalde del pueblo, Ricardo Pellitero, además de prestarle su maquinaria para colocarlos. Leer el artículo completo |