Gratitud por alguien maravilloso

Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría.
Filipenses 1:3-4

Estos días que venimos hablando de cambiar nuestras actitudes, de ser agradecidos con Dios, de aprender a ser fieles en lo poco, tú y yo hemos conocido personas en nuestra vida que han sido de gran bendición.

Quizá se trate de esa persona que te habló de Jesús, que te llevó por primera vez a una iglesia o te regaló algo especial que nunca olvidaste.

Hoy quiero que recordemos por lo menos a una persona que nos haya bendecido. A ese primer jefe que nos dio una oportunidad de trabajo sin tener papeles al día o aun con la barrera del idioma.

Nunca debemos olvidar lo que han hecho por nosotros. Esa primera persona que creyó en ti y te dio un auto, o en un momento de mucha necesidad, te sorprendió con un dinero.

Sabes que Dios está en medio de estas situaciones. Muchos dirán que son casualidades, otros dirán que son ángeles que manda Dios. Yo las llamo la «providencia de Dios».

¿Qué tal si hoy tratamos de encontrar a por lo menos una de esas tantas personas a las que te gustaría honrar y que hace mucho tiempo no buscas? Tomemos el teléfono y sorprendámoslas con unas lindas palabras de gratitud. O si sabes dónde vive, conmuévela con una visita. Y si esa persona partió de este mundo, levanta una oración de agradecimiento por ese alguien maravilloso.