Vive de día en día

Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Mateo 6:34, RV-60

No sé cuál es el interés de muchas personas, unas más que otras, en conocer lo que les pasará en el futuro y cómo serán sus vidas en el mañana. Quieren saber de enfermedades, traiciones y cosas negativas que, más que hacerles un favor, llenan su vida de confusión y zozobra.

Debes entender que el único interesado en tu vida, en tu futuro, en bendecirte y conceder las peticiones del corazón es Dios.

Ninguna persona de estas que se encargan de adivinar el futuro les importa cómo termine tu vida, porque ni siquiera conocen lo que Dios ya tiene predestinado para nosotros.

Claro, los brujos, espiritistas y adivinos, entre otros, adquieren poder porque el enemigo se encarga de dárselo. Sin embargo, ese poder no es para bendecir tu vida, pues quieren acercarse a ti con horóscopos y demás cosas que solo causan confusión.

En su Palabra, Dios presenta al enemigo con tres funciones muy definidas. Así que, por favor, memorízalas bien: El enemigo viene para robar, matar y destruir.

Dios, tu Padre, si es que así lo reconoces, te ofrece todo lo contrario. Él quiere darle paz a tu vida en medio de tu preocupación. Promete no abandonarte jamás. Quiere hacerte feliz y quiere sanarte. Te da la oportunidad de que te arrepientas y, como si fuera poco, te ofrece una vida eterna en su presencia cuando lo reconoces por medio de su Hijo Jesucristo.

Vive de día en día porque cada día trae su propio afán.