¿Por qué terminar en crisis?

Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.
Salmo 27:3, RV-60

Sé que es muy común escuchar que personas atormentadas por sus problemas, por situaciones desesperantes de economía, celos, por estar ilegal en este país, y muchas otras situaciones que tú y yo conocemos, llegan a un punto tal de crisis que hasta quieren dejar de existir. A menudo, prefieren huir de sus problemas desahogándose en el alcohol o las drogas y no afrontan una realidad dolorosa. Aun así, esta manera de escapar de la realidad es temporal, pues no podrás estar siempre drogado ni tomado. Vas a tener momentos de lucidez, donde estarán presentes de nuevo esas preocupaciones.

Es lamentable, pero muchos llegan a la decisión más cobarde, y valiente a la vez, de quitarse la vida. Entonces, ¿qué pasa cuando escuchamos que alguien con mucho dinero, propiedades, trabajo, fama y todo lo que al parecer llena a un ser humano también entró en crisis y siguiendo el mismo cuadro anterior también termina quitándose la vida?

La gran conclusión es que no importa el dinero que tengas, ni los títulos universitarios, ni las posiciones en un trabajo, ni la familia, ni la mucha fama. Si no tienes a Dios en tu corazón por medio de Jesucristo, siempre estarás buscando cómo llenar ese vacío.

No permitas que la crisis se plante en tu vida. Sin duda, llegarán tormentas y problemas.

Sentirás que no puedes más, pero cuando pones tu mirada en Dios y le entregas toda esa carga pesada, empezarás a sentir un alivio, un descanso, y verás que ya no estás solo.

Si has tenido este tipo de situaciones, pídele perdón a Dios y sigue adelante.