Alimenta a la familia

Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia.
Mateo 6:33

Cuando hablo de alimentos, no me refiero a que seas un magnífico proveedor en tu casa. Es obvio que eso es lo que debes hacer como cabeza del hogar, aunque seas madre soltera.

Con todo, analiza lo que dice el Manual de Instrucciones: «No solo de pan vivirá el hombre» (Lucas 4:4, rv-60).

Así que me refiero a cómo estás alimentando a tu familia desde el punto de vista espiritual. Lo que hagas por tus pequeños, marcará su vida cuando sean adolescentes y adultos.

En estos tiempos tan difíciles, nunca ha sido más importante que comiences a implementar en tus hijos hábitos de oración, lectura bíblica y la búsqueda de una iglesia en la que puedan aprender a conocer de verdad a Dios y lo que Él hizo por cada uno de nosotros.

Es posible que me digas: «Pero como yo trabajo siempre, los fines de semana no tengo tiempo para ir a la iglesia y por las noches estoy tan cansado que tampoco tengo tiempo de orar con mis hijos, mucho menos crear en ellos el hermoso hábito de leer la Biblia».

Nunca es tarde para empezar, pues nuestros hijos necesitan conocer de Jesús. Esto los guardará de muchas cosas en la vida.

Ir a una iglesia no es fanatismo, sino que es un deber y a su vez es protección para ellos. Aun así, el ejemplo comienza por nosotros mismos.

De la misma manera que sea tu relación con Dios, asimismo será la de tus hijos con Él, ya que eres su ejemplo a seguir.

Comienza a dar el ejemplo hoy y cosecharás vidas victoriosas en ellos. Sin importar la edad que tengan… ¡comienza ya!