La puerta estrecha

Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran.
Mateo 7:14

Me llamó mucho la atención encontrar dentro de las cosas que Dios espera de nosotros algo que he escuchado, y hasta repetido: «¡Ah! Esa persona salió por la puerta grande». También se dice: «Quisiera salir por la puerta grande». Estas frases las usamos cuando queremos salir de un trabajo y quedar bien con todo el mundo. Cuando se va a cambiar de trabajo o de iglesia, a veces decimos: «Hay que dejar la puerta abierta», que también significa quedar bien con nuestros pastores, jefes o compañeros, ya que si algún día Dios nos lleva al mismo trabajo, estaremos preparados.

Al leer hoy este pasaje de la Biblia en Mateo, la puerta grande no se interpreta de la misma manera. Por el contrario, Dios dice que entremos por la puerta estrecha que nos lleva a la vida eterna, pues la puerta ancha, por ser más espaciosa, conduce a la perdición. En otras palabras, es más fácil perderse que guardarse.

Por eso debemos entender que aunque a veces el camino es difícil, angosto y hasta espinoso, si está bajo la voluntad de Dios, nos lleva a la bendición. Lo que es fácil, demasiado llamativo, tentador o sospechoso, no siempre está Dios de por medio. Recordemos que el enemigo nos pone a la vista cosas atractivas a fin de distraernos y apartarnos de la voluntad de nuestro Padre.