La intriga

Ahora que se han purificado obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense de todo corazón los unos a los otros.
1 Pedro 1:22

La intriga es una acción que se ejecuta con astucia y de manera oculta para conseguir un fin. A veces es una necesidad de conocer algo que está velado para nosotros. Por eso, se puede usar de manera positiva cuando sentimos que algo es bueno y nos interesa investigar o ir más allá de lo que sabemos.

La intriga también se puede usar mal cuando tenemos en nuestro corazón ese deseo erróneo de causar duda, incertidumbre, sembrar cizaña o dejar pensando a los demás en algo determinado.

Tú y yo podemos levantar intrigas contra alguien y sencillamente destruir su imagen o testimonio. ¡Tengamos mucho cuidado de cómo expresamos los que pensamos! Recuerda que no todo lo que pienses de alguien es real. Nosotros podemos tener un concepto muy equivocado de alguien, y si no nos damos la oportunidad de conocerle mejor, podremos juzgar e inclusive levantar falsos testimonios y mentir.

Ya aprendimos ayer lo dañina que es la mentira y lo que Dios piensa al respecto. Cada vez que pensemos algo malo de una persona, no la juzguemos y siempre démonos la oportunidad de conocerle.

Es normal que todo el mundo no te caiga bien, como tú tampoco le caerás bien a todo el resto de la gente. A pesar de eso, debemos distinguirnos como hijos de Dios y tener misericordia y amor por el prójimo.