Todos podemos ser instrumentosEn lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. Romanos 12:11, RV-60 Para ser un buen instrumento, solo debemos tener el deseo de ser útiles en las manos de Dios y estar siempre con un corazón dispuesto al servicio. Si lo analizamos, vemos que podemos ser instrumentos de diversas maneras: Como voluntarios en alguna organización o en la iglesia, donde quizá lo podamos desempeñar en uno de los departamentos de servicio al necesitado. Ahora bien, si tu llamado es más específico como el de ser líder o pastor, sabemos que Dios capacita al que llama y de inmediato te darás cuenta de eso. También en tu trabajo puedes servir siendo un instrumento del amor de Dios y reflejando a Jesucristo. Por último, tal vez tu don sea como músico, cantante o compositor que, con sus talentos, nos ministran en la vida y son una bendición. En general, la gran misión de cada uno de nosotros es amar al prójimo, pues así somos instrumentos útiles al servicio del Señor. |