Lo único eterno

Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar.
Mateo 6:20

¡Qué consuelo saber que aunque nuestra madre y nuestro padre nos abandonen, Dios nunca nos abandonará! Esta es una hermosa promesa que vemos cumplida en cada uno de los que han experimentado el abandono. En realidad, Dios se encarga de recogerlos en sus brazos y decirles: «Tranquilos, no teman, yo estoy con ustedes».

Las cosas eternas vienen de Dios. Todo lo que vemos en esta tierra, trabajos, bienes y demás, son extras, pues en cuanto partamos de este mundo, «nada» nos podremos llevar.

Por eso sabiamente la Palabra dice: «No acumulen para sí tesoros en la tierra» (Mateo 6:19), pues nuestro corazón se puede dañar a causa del dinero que algún día tendremos que abandonar.

Amigos, Dios nos conoce a cada uno de nosotros a la perfección y puede saber si nuestro corazón está dañado por el dinero o las riquezas. Ahora bien, con esto no quiero decir que no puedes ser próspero y mantener un estilo de vida como mereces por ser hijo del Dueño del oro y de la plata.

No obstante, si tus riquezas valen más, ocupan el primer lugar en tu corazón y han desplazado a Dios, tienes invertido el orden de estos principios.

Hoy es tu oportunidad de rendir esta esfera de tu vida a Dios y Él, que es grande y poderoso,

te ayudará..